Esperando el momento
Esperando el momento
Muchas veces los periodistas
debemos callar, y en otras ocasiones esperar hasta agotar la paciencia para
actuar. Estas palabras resumen un par de historias en las que Maureen Belky
Ramírez Cardona es la protagonista.
Maureen Belky pasó a ser conocida
como Marbelle, gracias a un comentario que hizo el cantante Andrés Cepeda al
verla por primera vez, la vestimenta que llevaba la adolescente que se
convertiría en “La Reina de la Tecnocarrilera”, impactó de tal manera a Cepeda
quien dijo - Parece un personaje de Marvel -. Y así se quedó.
En pocos años su gran talento la
llevo a convertirse en figura, lastimosamente cuando este reconocimiento no se
controla los medios sensacionalistas empiezan a tener material para sus
publicaciones. Así fue con Marbelle.
El primer encuentro…
El rodaje estaba terminando, solo
faltaba una toma más de esas que llaman de rutina por si acaso se necesita; la
pareja de amigos debía caminar por un sendero de Ciudad Salitre en Bogotá.
Famosos acostumbrados a las cámaras y las luces se fueron dialogando lentamente
hasta el punto señalado por el camarógrafo para hacer la grabación.
Habían negado durante meses un
aparente noviazgo, mucho se especulaba, los periodistas de entretenimiento preguntaban
y ellos siempre respondían, juntos o por separado con un rotundo NO.
Ella joven cantante que empezaba
a saborear las mieles de la fama, él, actor, consagrado, reconocido, premiado y
hasta con demanda a cuestas. La entrevista había transcurrido de manera cordial
a pesar de las preguntas incomodas que todo periodista debe hacer, y las cuales
me encantaba lanzar en el momento que el o los entrevistados estaban más
relajados, ese era el momento que siempre buscaba y esperaba.
- He visto que hay una química
especial entre los dos. ¿Finalmente son o no son novios?
- No somos novios, solo somos muy
buenos amigos. - Dijo él tajantemente.
- Nos hablamos mucho y nos
apoyamos incondicionalmente. - Sentenció ella.
Esas fueron las palabras de
Marbelle y el actor Guillermo Gálvez, más conocido como “La Belleza”.
Eso que llaman el sexto sentido
del periodista y que se desarrolla y agudiza con la experiencia me decía que el
testimonio no era cierto… Por alguna razón sus voces decían no, pero el amor y
el deseo brillaba en sus ojos.
El suave sol nos brindaba una luz
pareja que se prestaba para hacer toda clase de imágenes, la tarde se fue
apagando y tornando rojiza como si fuera la Celestina de la evidente relación negada,
con la pasión reprimida, y la intención de arriesgarlo todo por la pasión
sobrehumana del amor.
Fue entonces cuando los tórtolos
encubiertos faltaron al onceavo mandamiento según el adagio popular, “No dar
papaya”. Mientras caminaban de espaldas a la cámara olvidaron que tenían puestos
y encendidos los micrófonos… Guillermo le dijo:
- Deberíamos contarlo todo y no
seguirnos ocultando.
En la voz de Marbelle se sentía
cierta angustia, el temor era evidente.
- Tu sabes que no podemos, si mis
papás se enteran se arma un problema… A mí no me importa que seas mayor, pero
ellos no nos van a aceptar, no van a permitir que estemos juntos. – Existía una
diferencia de 20 años entre los dos.
El camarógrafo Germán Palma no me
dijo nada, terminamos el rodaje, nos despedimos y les dije que la nota salía en
el noticiero del fin de semana.
Al llegar al noticiero Germán me
dijo:
- Ovejo, venga y escuche esto.
Teníamos la confesión, la noticia
era un bocado de cardenal para cualquier medio, yo me quedé pensando casi dos
horas. Revisé el material, me tomé tres tazas de café, no escuchaba el bullicio
de la redacción, absorto en mis pensamientos intentaba tomar la mejor decisión.
No pude solo.
Subí a la oficina de Daniel
Coronell, nuestro director, le conté que teníamos la confesión del noviazgo y
la particular forma en la que se había logrado la grabación… Miró el material y
después de pensarlo brevemente me dijo.
- Hermano yo no sacaría eso.
Dialogamos unos minutos sobre los
pros y los contras, finalmente la nota no salió al aire.
El segundo encuentro…
Suena mi teléfono, veo que en el
identificador aparece el nombre de una gran amiga, no dudo en contestar porque
siempre me tiene temas interesantes. Con su voz melodiosa me dice:
- Hooola Ovejito… ¿En qué
problema te vas a meter este fin de semana? – Soltamos la risa y le contesto-.
- Estoy comprobando unos temas
hasta ahora, nada confirmado. – Entonces me hace una invitación a la que no me
iba a negar-.
- Ovejo, este fin de semana es el
matrimonio de Marbelle con el Coronel Chávez y estoy invitada. ¿Me acompañas?
No había forma de decir no, tenía
entrada en primera fila a uno de los eventos del año, además, la mujer que me
invitaba era extremadamente atractiva, en ningún lugar pasaba desapercibida, linda
de pies a cabeza, excelente pareja de baile; acostumbrábamos a charlar durante
horas y siempre nos quedaban temas entre el tintero. No revelaré su nombre, era mi fuente.
Sabía que los derechos de
trasmisión para la que era la boda del año habían sido adquiridos por RCN
Televisión, sin embargo, seguía pensando en cómo lograr algo diferente.
Salí a alquilar el traje y
mientras me tomaban las medidas le dije a la señora que me atendía:
- Sumercé, ¿me puede adaptar un bolsillo grandecito en
la parte de adentro de la chaqueta del esmoquin?
El cliente siempre tiene la
razón, ella accedió sin preguntarme y me cobró un dinero adicional.
Llegamos muy puntuales al hotel
Tequendama en Bogotá, a lado y lado había personalidades del zoológico social
del momento que encabezaba el entonces presidente de Colombia Andrés Pastrana
Arango.
Marbelle vestía de blanco
impecable, la pomposa ceremonia se tornaba aburrida por momentos. Pude ver a mi
amigo Sergio Barbosa, director de entretenimiento de RCN, haciendo su trabajo.
Las cámaras del Canal RCN estaban distribuidas estratégicamente, sin duda
hicieron un gran trabajo… Yo Esperaba mi momento.
Sergio Barbosa
Entrevista a Marbelle
Bajamos al Salón Esmeralda el
cual había sido adornado con sutil elegancia, minutos antes de la hora del vals
Sergio llegó agotado a la mesa en la que estábamos y dijo:
- Ya no vamos a trasmitir ni a
grabar más. – Se tomó un vaso de agua y se fue a decirle al equipo técnico que
recogieran-. Sergio es el gomelo más gomelo de todos, un gran ser humano y buen
periodista.
A los diez minutos que se fueron
las cámaras se dio inicio al vals y momentos después la sobriedad de la
recepción se rompió con las guapachosas melodías de la orquesta contratada, el
licor comenzó a correr de mesa en mesa, el foforro comenzaba.
El dios Baco cumplía con su
cometido y poco a poco los invitados se iban desinhibiendo. Del bolsillo
secreto había desenfundado hacía rato una pequeña cámara de video, Sergio se
sorprendió y lo escuche decir con su acento gomelo:
- ¿De dónde sacó esa cámara?
Desde la mesa grababa todos los
pormenores, La cantante Yolanda Rayo estaba en nuestra mesa y reía a más no
poder al lado de mi hermosa pareja de la noche.
Media hora después estaba en la
mitad de la pista de baile; Luis Ernesto Gilibert director de la Policía, intercambiaba
pareja con el presidente Pastrana y tiraba paso con Nora Puyana, solo faltaba
ver a alguno de los invitados bailando con una escoba. La elitista reunión
dejaba su etiqueta y daba paso al vivir del pueblo que todos llevamos dentro,
el Chucu chucu en todo su furor… Mi
fuente me dijo:
- Ovejo ya deje de grabar y vamos
a bailar bien. – Así fue hasta las 4:00 a.m.
A las 7:00 a.m. Ya estaba en el
noticiero revisando el material con los estragos y el olor del trabajo nocturno,
pero con la satisfacción de tener una primicia más como periodista.
A las 10:00 p.m. de ese día
estaba al aire la sección Top Secret de NTC Noticias, sin duda el mejor
noticiero de sábados y domingos, con imágenes exclusivas de la boda del año.
Una vez más David había derrotado a Goliat, la chequera de RCN no pudo contra
una pequeña cámara Handycam.
Terminó el noticiero y empezó a
timbrar mi celular… más de 20 llamadas que no quise contestar en ese momento,
después las devolvería. Solo le conteste a mi fuente.
- Ovejooo…! la sacaste del
estadio otra vez.
- Gracias a ti, - le dije.
Hablamos un buen rato y acordamos
ir a cenar un par de días después. La conversación terminó una vez más con su
pregunta:
- Ovejo, ¿Y en qué problema te
vas a meter el próximo fin de semana?
Elkin Raúl Coronell Cadena
Si el periodismo de Farándula fue impactante,Elkin lo hizo explosivo,lleno de chivas,de magnífico contenido...ah épocas irrepetibles...Vocación y persistencia...Felicitaciones Elkin
ResponderEliminarHola ASHTER gracias por tu comentario. Sin duda fueron muy buenos tiempos, era un periodismo distinto. Gracias a Dios y la vida por permitirnos hacer parte de esos momentos. Un abrazo.
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