Memorias de una tragedia anunciada

Memorias de una tragedia anunciada El que no llora no mama Aunque esté junto a la mama Mi Llano nunca ha llorado Pues por él llora su hazaña. Poeta Manuel Orozco. Todos lo sabían, había dejado de ser un rumor para convertirse en una noticia que preocupaba a los habitantes del Departamento de Meta, la incertidumbre se sentía en la tranquilidad de los días, sobre todo en Villavicencio. Viajar a Bogotá se había convertido en algo así como el juego de la ruleta rusa. La tragedia la anunciaban no solo los expertos ingenieros, también la sabiduría de la naturaleza lo advertía casi a diario con constantes derrumbes de diferente magnitud. Así me lo contaba mi padre. Horas antes del fatídico viernes 28 de junio de 1974, el entonces ministro de Obras Públicas Argelino Durán Quintero, había visitado el lugar que inmortalizaría en un poema el maestro Manuel Orozco. El ministro llegaba en helicóptero. A su paso les aseguraba a los habitantes del sector y a viajeros atascados...