El ejemplo de Sebastián

El ejemplo de Sebastián A Sebastián con su pelo largo, muy largo, tipo Sansón, lo conocí a través de un monitor de edición en la oficina de televisión de la Alcaldía de Villavicencio, si es que se le puede llamar así a un sitio de 3mts X 3mts en donde trabajábamos hacinadas 12 personas, sus palabras no eran las de un niño, eran las palabras de una persona mayor con la sabiduría de saber lo frágil y efímera que es la vida. A los pocos segundos de ver la entrevista que le hizo el periodista de turno me di cuenta de varias cosas: La historia del niño era una enseñanza digna de una crónica, era sensibilidad pura. El “reportero” que le hizo la entrevista no tenía idea de dónde estaba parado, dejó ir entre sus manos un material invaluable. Siempre he dicho que para esto del periodismo se necesita desarrollar el olfato periodístico, sangre en el ojo, conectarse con la gente y mucha pasión. Esto no es poner a otro a hacer masa. El camarógrafo Juan Pablo Castro si tuvo la prec...